¡No está jalado del pelo!

Puede que este tema sea un poco trillado, pero nunca esta demás recordarme y recordarle a los demás, sobre la realidad del servicio al cliente en Costa Rica. ¡Y que realidad la que nos toca enfrentar!

Primero lo primero. Desde hace un año y medio, aparte de estudiar, laboro en una empresa transnacional, que provee servicio al cliente a personas en todo el mundo y en el momento que estas lo necesiten.

Debo admitir que aunque mi labor no es la más comprometedora, si requiere dedicación y sobre todo empatía. Ambas difíciles de conseguir, especialmente si el cliente al que se debe atender no está dentro de los parámetros que los calificarían como perfecto.

Y creo precisamente, que la falta de estos dos fundamentales ingredientes son el principal problema del servicio al cliente en nuestro país.

Sin importar la situación, cuando un cliente acude a un representante del servicio al cliente, siempre espera obtener un buen resultado dentro de un espacio de tiempo razonable y por supuesto la mejor disposición de esa persona que se encargara de velar por su bienestar.

Claro está, que no siempre será posible satisfacer al cliente, pero si existe siempre la manera de lograr que el mismo, al menos, sienta que el trato recibido fue el correcto y se mantuvo a la altura de sus necesidades.

Sin embargo, parece que en este país, sin ánimos de generalizar, ya que como siempre existen excepciones, la mayoría de negocios han olvidado que es gracias al cliente, que ellos pueden llevar un plato de comida a su mesa. Al menos, desde mi perspectiva profesional, así lo veo yo y encuentro que la analogía es bastante razonable.

Me remito a los hechos, por supuesto personales. Hace algunos días, visite el restaurante de comida rápida estadounidense más famoso del mundo, simplemente en busca, precisamente, de comida. Pero lamentablemente, además de la comida obtuve, como decimos los costarricenses, un típico colerón.

Simplemente, cuando me encontraba ordenando lo que deseaba comer, titubee un poco y esto fue más que necesario para recibir un descortés murmuro y modo de parte de la persona que me atendía.

Inmediatamente, y quiero hacer hincapié en esto, de manera cortes me referí a esta persona con una sencilla pregunta: ¿Hay algún problema, señorita? Y adivinen cual fue la respuesta. ¡Sí! Una espalda en lugar de unas simples palabras.

Puede que por mi corta edad o por suerte, pero esta fue mi primera mala experiencia con el servicio al cliente que se brinda en este país. Y estoy seguro que historias como esta, se pueden escuchar o leer como en esta caso, con mucha frecuencia.

Muchos me dirían delicado, pero creo que simplemente buscaba lo correcto o más bien el servicio correcto, que no está jalado del pelo. Como lo mencione antes, no es fácil ser dedicado y empático, especialmente si ese no es nuestro día pero no imposible y es aún más importante, necesario.

Los agentes de servicio al cliente son la cara de una empresa u organización y simplemente no puede ser posible que traten mal a un cliente. El respeto ante todo es una de las claves del éxito, que sin duda alguna es lo que cualquier empresa busca.

Muchas veces he escuchado que mis clientes, porque son míos debido al compromiso que tengo con ellos, dicen que prefieren una compañía o servicio del otro, por la atención que reciben y no podría estar más de acuerdo.

Son palabras cortas y simples pero sabias. Espero que muchos otros al igual que yo, podamos ponerlas en práctica.

4 comentarios:

Palas dijo...

Wenas Fabio!!!! jejejeje taraaannn heme aquí!!! y bueno experiencias del servicio al cliente uffff montones... la ultima la de CITI donde bueno... en fin... dejan mucho que desear.

Lo malo es que como clientes estamos acostumbrados en el pais a no reclamar nada, a sentirnos mal por "hacerlos sentir mal" y ¿donde quedan los derechos como consumidor?

Por eso creo que debemos dar un buen servicio al cliente porque como clientes tambien queremos que nos den uno efectivo...

Saluditos!!! = P

Jose Fabio Cortés dijo...

Hola Palas!!! Que gusto encontrarte. Sabía que eras una bloguera de corazón y me encantan tus blogs. Están geniales!

Con respecto al tema, pues sí, es simplemente lamentable que olvidemos que merecemos un trato correcto. Yo personalmente no espero que me pongan alfombra roja o que me atiendan de primero solo porque si, pero es más que lógico que uno siempre espera un buen trato y el que no te lo den – como dicen por ahí- lava la voluntad de cualquiera.

Así que a ponerle! Que no digan lo mismo de nosotros… jejejeje

Nos vemos,

Jose Fabio

CAROM dijo...

Yo si enjacho a quien tenga que enjachar!!! Lo unico es que despues de dejarlos en verguenza paso de chicha el resto del dia....gggrrrr...

Jose Fabio Cortés dijo...

jejejeje tipico! la colera perdura. Y como cuesta que se quite :(

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